LA RIADA DE LA MARISMA
Ing. Enrique Luis Liccardi Sañudo*
Ing. Enrique Luis Liccardi Sañudo*
Cuando la bajante termina con el desborde de las rías españolas, quedan sobre la orilla pantanosa del río una gran cantidad de peces muertos.
Causaba estupor y sorpresa escuchar a la gentil gallega de Pontevedra dando explicaciones del desastre ambiental causado por la empresa Ence en la Ría española. Se había solidarizado con los ambientalistas de Argentina y sumaba su presencia a la queja ciudadana, en Gualeguaychú.
Ence evacua los efluentes en la ría marisquera más importante de España, degradando el ecosistema, con el tiempo, los pocos mariscos que aún habitan están contaminados y no pueden ser comercializados. El daño causado es irreversible.
Entonces y para evitar daños mayores, será necesario adecuar nuestras conductas, compatibilizándolas con la naturaleza, y de esa forma preservar el ambiente. En otros términos, salvar el planeta tierra. El 22 de Marzo celebramos el día mundial del agua. Colaboremos no degradando este recurso natural.
Sabemos que el agua es necesaria para la vida en la tierra, pero es un recurso limitado y depende de nosotros obtener su mejor aprovechamiento.
De los recursos hídricos del planeta, apenas el 2,5% es agua dulce. Y de esta cantidad, menos de tres ( 3 ) milésimos están disponibles para el consumo humano. El planeta está enfrentando una grave escasez de agua y según la ONU a mediados de este siglo dos tercios de la humanidad estará experimentando muchas dificultades para obtenerla.
Recordamos que en nota anterior de Pionero, aconsejamos que las pasteras Ence y Botnia debían darle una satisfacción a los ciudadanos que afectarán con sus contaminaciones. Y así lo hicieron.
Pero más allá de plantear una solución técnica al problema ambiental, las empresas salieron a defender su posición y sus procesos productivos de gran tecnología, publicando solicitadas en diarios argentinos y efectuando declaraciones radiales con el fin de tranquilizar los ánimos de los vecinos de Gualeguaychú y los ahora sumados de Colón, en tanto los ciudadanos de Concordia prefirieron dar volantes y no cortar el acceso a Uruguay.
Ence afirma que "el agua utilizada en el proceso industrial será tratada con las mejores tecnologías disponibles", para lo cual se ha "diseñado la toma de agua del río para la planta, aguas abajo del punto de vertido de los efluentes".
Pero, la tecnología que dicen utilizar estas empresas multinacionales para el blanqueo de la pasta de papel, Ence y Botnia, es más contaminante que la que utiliza Ence en Pontevedra, donde blanquea la pasta con ozono, un sistema menos dañino que el blanqueo con derivados de cloro.
Debemos entender que las plantas productoras de pasta celulosa contaminan el medio ambiente.
La protección ambiental es una materia que corresponde a la actividad propia del Estado, que debe tomar todos los recaudos normativos y ejecutivos para que esta protección sea efectiva.
La solución a la contaminación la tienen que encontrar Kirchner y Tabarè.
Recurrir al Tribunal de La Haya, logrará dilatar el tiempo para la solución real al problema. El trámite administrativo para la presentación de la medida cautelar demorará 1 año, y la resolución judicial de esto llevará entre 3 y 4 años más.
Mientras, las fábricas pasteras ya estarán terminadas y funcionando.
Si Argentina ganara el pleito, -al cabo de 5 años-, tendríamos acumulada la contaminación, con procesos irreversibles; por el contrario, si lo perdiera, -que es lo más probable- pues los países representados en el alto tribunal son los principales papeleros del mundo, estaríamos peor que ahora.
Será necesario que el Presidente Kirchner agote la vía diplomática con nuestros vecinos de Uruguay, pues más allá del logro que se obtenga de esa negociación evitará un enfrentamiento entre los dos países hermanos, como ya empieza a manifestarse en el ánimo de ambos.
Una solución técnica y otra diplomática.
Uruguay eludió los mecanismos de consulta con la Argentina por la implantación de las papeleras, también omitió ceder la información sobre impacto ambiental que provocarían las plantas. Todo ello de acuerdo al Estatuto del Río Uruguay (1975), por primera vez en el año 2003, luego al año siguiente y en julio de 2005 cuando autorizó la terminal portuaria para Botnia.
Por eso ahora deberá procurar junto con Botnia y Ence mejorar los proyectos de las plantas, sin tornarlos irrealizables, achicando los riesgos de contaminación hasta llevarlos a nivel 0, como puede ser por medio de un circuito cerrado de agua ( similar al utilizado por Celulosa Campana ). No vertiendo los efluentes al Río Uruguay.
Las empresas deberán operar en forma conjunta con los gobiernos de Uruguay y Argentina, estableciendo relaciones de cooperación y convivencia. La información que se brinde deberá llevar el compromiso de no contaminación ambiental que atempere los agitados ánimos de los compatriotas de Entre Ríos.
Este problema tendrá solución con el esfuerzo conjunto de los presidentes de Uruguay y de Argentina.
Una acción principal del gobierno argentino deberá ser aquella que ordene sistemáticamente nuestras normas ambientales, tanto las legislativas como sus reglamentarias. Y luego validarlas por medio de un Código Ambiental común a los países miembros del Mercosur.
Aquí en Pinamar, también tenemos nuestras normas ambientales, y hoy en día necesitamos la decisión política que ordene la protección integral del medio ambiente. Asignaturas pendientes como la erosión costera, contaminación de la napa de agua, degradación de la reserva protegida y otras que más adelante analizaremos, requieren de proyectos y propuestas en el corto plazo. Más allá de la inmediatez de las elecciones.
* ex – profesor de Recursos Naturales y Medio Ambiente
de la Facultad de Ingeniería de la UNBA.
Causaba estupor y sorpresa escuchar a la gentil gallega de Pontevedra dando explicaciones del desastre ambiental causado por la empresa Ence en la Ría española. Se había solidarizado con los ambientalistas de Argentina y sumaba su presencia a la queja ciudadana, en Gualeguaychú.
Ence evacua los efluentes en la ría marisquera más importante de España, degradando el ecosistema, con el tiempo, los pocos mariscos que aún habitan están contaminados y no pueden ser comercializados. El daño causado es irreversible.
Entonces y para evitar daños mayores, será necesario adecuar nuestras conductas, compatibilizándolas con la naturaleza, y de esa forma preservar el ambiente. En otros términos, salvar el planeta tierra. El 22 de Marzo celebramos el día mundial del agua. Colaboremos no degradando este recurso natural.
Sabemos que el agua es necesaria para la vida en la tierra, pero es un recurso limitado y depende de nosotros obtener su mejor aprovechamiento.
De los recursos hídricos del planeta, apenas el 2,5% es agua dulce. Y de esta cantidad, menos de tres ( 3 ) milésimos están disponibles para el consumo humano. El planeta está enfrentando una grave escasez de agua y según la ONU a mediados de este siglo dos tercios de la humanidad estará experimentando muchas dificultades para obtenerla.
Recordamos que en nota anterior de Pionero, aconsejamos que las pasteras Ence y Botnia debían darle una satisfacción a los ciudadanos que afectarán con sus contaminaciones. Y así lo hicieron.
Pero más allá de plantear una solución técnica al problema ambiental, las empresas salieron a defender su posición y sus procesos productivos de gran tecnología, publicando solicitadas en diarios argentinos y efectuando declaraciones radiales con el fin de tranquilizar los ánimos de los vecinos de Gualeguaychú y los ahora sumados de Colón, en tanto los ciudadanos de Concordia prefirieron dar volantes y no cortar el acceso a Uruguay.
Ence afirma que "el agua utilizada en el proceso industrial será tratada con las mejores tecnologías disponibles", para lo cual se ha "diseñado la toma de agua del río para la planta, aguas abajo del punto de vertido de los efluentes".
Pero, la tecnología que dicen utilizar estas empresas multinacionales para el blanqueo de la pasta de papel, Ence y Botnia, es más contaminante que la que utiliza Ence en Pontevedra, donde blanquea la pasta con ozono, un sistema menos dañino que el blanqueo con derivados de cloro.
Debemos entender que las plantas productoras de pasta celulosa contaminan el medio ambiente.
La protección ambiental es una materia que corresponde a la actividad propia del Estado, que debe tomar todos los recaudos normativos y ejecutivos para que esta protección sea efectiva.
La solución a la contaminación la tienen que encontrar Kirchner y Tabarè.
Recurrir al Tribunal de La Haya, logrará dilatar el tiempo para la solución real al problema. El trámite administrativo para la presentación de la medida cautelar demorará 1 año, y la resolución judicial de esto llevará entre 3 y 4 años más.
Mientras, las fábricas pasteras ya estarán terminadas y funcionando.
Si Argentina ganara el pleito, -al cabo de 5 años-, tendríamos acumulada la contaminación, con procesos irreversibles; por el contrario, si lo perdiera, -que es lo más probable- pues los países representados en el alto tribunal son los principales papeleros del mundo, estaríamos peor que ahora.
Será necesario que el Presidente Kirchner agote la vía diplomática con nuestros vecinos de Uruguay, pues más allá del logro que se obtenga de esa negociación evitará un enfrentamiento entre los dos países hermanos, como ya empieza a manifestarse en el ánimo de ambos.
Una solución técnica y otra diplomática.
Uruguay eludió los mecanismos de consulta con la Argentina por la implantación de las papeleras, también omitió ceder la información sobre impacto ambiental que provocarían las plantas. Todo ello de acuerdo al Estatuto del Río Uruguay (1975), por primera vez en el año 2003, luego al año siguiente y en julio de 2005 cuando autorizó la terminal portuaria para Botnia.
Por eso ahora deberá procurar junto con Botnia y Ence mejorar los proyectos de las plantas, sin tornarlos irrealizables, achicando los riesgos de contaminación hasta llevarlos a nivel 0, como puede ser por medio de un circuito cerrado de agua ( similar al utilizado por Celulosa Campana ). No vertiendo los efluentes al Río Uruguay.
Las empresas deberán operar en forma conjunta con los gobiernos de Uruguay y Argentina, estableciendo relaciones de cooperación y convivencia. La información que se brinde deberá llevar el compromiso de no contaminación ambiental que atempere los agitados ánimos de los compatriotas de Entre Ríos.
Este problema tendrá solución con el esfuerzo conjunto de los presidentes de Uruguay y de Argentina.
Una acción principal del gobierno argentino deberá ser aquella que ordene sistemáticamente nuestras normas ambientales, tanto las legislativas como sus reglamentarias. Y luego validarlas por medio de un Código Ambiental común a los países miembros del Mercosur.
Aquí en Pinamar, también tenemos nuestras normas ambientales, y hoy en día necesitamos la decisión política que ordene la protección integral del medio ambiente. Asignaturas pendientes como la erosión costera, contaminación de la napa de agua, degradación de la reserva protegida y otras que más adelante analizaremos, requieren de proyectos y propuestas en el corto plazo. Más allá de la inmediatez de las elecciones.
* ex – profesor de Recursos Naturales y Medio Ambiente
de la Facultad de Ingeniería de la UNBA.
Profesor de Ciencias Naturales distrito Pinamar
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